La Ministra Elma Saiz reivindica en Granada la aportación migrante y denuncia el uso político del odio
Ramón Martín (Motril@Digital).- Desde la Peña La Platería de Granada, en plena celebración del 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a España, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ofreció algo más que una intervención institucional: lanzó un mensaje nítido y sin rodeos frente a los discursos que criminalizan la pobreza y la diversidad. Su frase fue directa y contundente:
La ministra respondió así a las recientes declaraciones del líder popular Alberto Núñez Feijóo, y a los mensajes que, según denunció, vinculan falsamente las ayudas públicas con la inmigración irregular. “Las personas migrantes no vienen a robar, vienen a sumar. De cada 100 nuevos empleos en Andalucía, 30 los ocupan personas extranjeras”, afirmó Saiz, defendiendo la contribución real y documentada de la población inmigrante al crecimiento del país.
La intervención se produjo en el marco del acto “El arte como altavoz de la cultura gitana”, celebrado en un lugar tan simbólico como la Placeta de Toqueros, con vistas al Albaicín y con la música flamenca como telón de fondo. Allí, Saiz destacó que España “abraza culturas, no persigue personas” y cargó contra lo que calificó como “una deriva preocupante del Partido Popular, sometido al guion ideológico de Vox”.
Sobre el Ingreso Mínimo Vital, una de las herramientas sociales más cuestionadas desde la oposición, la ministra recordó que no se trata de “una paga” sino de una política estructural, con itinerarios de inclusión que están dando resultados especialmente positivos en población gitana y colectivos vulnerables. “Cuando se trabaja de forma individualizada, cerca de las personas, los cambios son reales. Esto no va de eslóganes, va de derechos y de vidas”, señaló.
Saiz también abordó temas de máxima actualidad, como la cancelación de la Conferencia Sectorial de Infancia, que varias comunidades del PP decidieron boicotear. “No se puede utilizar a los menores no acompañados como arma política. Por encima de todo son niños y niñas vulnerables. Cumplir la ley no es una opción, es una obligación”, sentenció.
En su intervención, también tuvo palabras sobre los recientes disturbios en Torre Pacheco, que definió como un síntoma de algo más grave: “Lo que ha prendido la mecha no es la inseguridad, es el odio. Y contra eso también hay que plantar cara”.
El acto concluyó con una defensa cerrada de los valores democráticos, del pluralismo y de la convivencia. “España no es un país de cacería de migrantes. Es un país que crece con todos, sin dejar a nadie atrás”, subrayó la ministra.
En Granada, tierra de encuentros, Elma Saiz dejó clara su posición: frente a los bulos, los datos; frente al miedo, la dignidad; y frente al ruido, la firmeza de un gobierno que dice no a la xenofobia.