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Almuñécar: La Guardia Civil rescata a un buceador atrapado en un acantilado de La Herradura tras ser arrastrado por las corrientes

 Un buceador de unos 50 años fue rescatado en una operación de alto riesgo por agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Granada, tras quedar atrapado y herido en una zona de difícil acceso del acantilado de Punta de la Mona, en La Herradura. El incidente, ocurrido el pasado 25 de junio pero hecho público hoy, puso en evidencia una vez más los peligros de las fuertes corrientes marinas en esta área de la Costa Tropical.

El hombre participaba en una inmersión recreativa organizada por una empresa local de buceo cuando se desorientó por la fuerza del mar y terminó separado del grupo. Tras perder el control de su rumbo, fue arrastrado hacia una zona rocosa y aislada del acantilado, donde quedó atrapado sin posibilidad de regresar por sus propios medios.

Fue la propia empresa de buceo la que dio la voz de alarma. Inmediatamente se activó un dispositivo de búsqueda por mar, en el que participaron agentes de la Guardia Civil a bordo de una embarcación auxiliar. Tras una inspección visual minuciosa de la costa, localizaron al buceador en un saliente rocoso de la cara poniente del acantilado, visiblemente exhausto y herido.

Uno de los agentes no dudó en lanzarse al agua para acercarse al punto exacto donde se encontraba el hombre. En una maniobra compleja, escaló entre rocas afiladas hasta alcanzarlo. El buceador presentaba heridas en las manos, brazos y rostro, además de síntomas de agotamiento y ansiedad. Una vez asegurado, fue trasladado a una zona segura para recibir atención sanitaria por parte del equipo de la empresa de buceo, que esperaba en tierra firme.

Fuentes de la Guardia Civil han subrayado la dificultad del rescate debido al relieve escarpado y al riesgo de caída que suponía acceder al punto exacto. La rápida actuación de los agentes fue clave para evitar consecuencias más graves.

La zona de Punta de la Mona, aunque muy frecuentada por submarinistas, es conocida por sus fuertes corrientes y abruptos desniveles submarinos. Las autoridades recuerdan la importancia de extremar la precaución, bucear siempre con profesionales acreditados y seguir los protocolos de seguridad en todo momento.

El hombre rescatado no tuvo que ser hospitalizado, pero sí requirió asistencia por las lesiones sufridas. El susto, sin duda, quedará como una advertencia sobre la fuerza del mar, incluso en días aparentemente tranquilos.